lunes, 18 de noviembre de 2019

A quien dude de vivir de la imagen

Muchos lectores pensarán que el punto álgido de la apariencia en el arte se alcanzó en el barroco con sus cúpulas pintadas, caballeros persiguiendo molinos y retratos vivos.
Pero hoy vengo a demostraros que cuando Quevedo decía: "Hay muchas cosas aquí que parecen existir y luego no son más que un nombre o una apariencia.". Podría haber vivido perfectamente en nuestro tiempo.

Hoy os presento una marca (de muchas) que ha conseguido llevar el arte de la apariencia a todos los jóvenes de su época. Este es el caso de Supreme.


Supreme tiene sus orígenes como marca que trataba de vender un estilo callejero, pandillero y muy relacionado con el skating. Pero que con un uso muy inteligente del diseño de sus productos y estrategias de marketing muy vinculadas con los influencers que marcan más tendencia ha conseguido hacerse un hueco en un sector más bien difícil.


Sus productos destacan por tener precios bastante elevados a pesar de un diseño y calidad bastante estándar para un producto de su precio. No obstante, la magia de la sensación adolescente es fácil de ver. A continuación algunos ejemplos de la locura que da supreme:

Sensación adolescente con Supreme tatuado y en la ropa contra deportista

Influencer RiceGum promocionando Supreme. 6 millones de visitas.


Otro influencer. 5 millones de visitas.



Duras declaraciones de un adolescente después
de esperar 10 horas para comprar una palanca.

La percepción general y probablemente acertada de un buen porcentaje de la población al reaccionar sobre este tipo de fenómenos seguramente es parecida a "menudos farsantes", "estos no dan un palo al agua" o "en mis tiempos [inserte prejuicio] esto no pasaba" pero nada más lejos de la realidad, estos adolescentes son unas máquinas de hacer dinero.



No solo son capaces de crear sensaciones de compra en cualquier producto sino que además son capaces de prolongar su exposición y su fama creando, en resumen, anuncios. Mientras que durante años ha sido en la televisión un paradigma como conseguir el número óptimo de anuncios que poner entre programas para que los tele-videntes no cambien de canal estos chavales son capaces de hacerse famosos haciendo anuncios. Crean su propia imagen en torno a un estilo de vida surrealista e inaccesible pero con un poder de atracción inmenso. Se convierten en un accesorio imprescindible para una gran parte de los productos y casi en la integridad del producto en casos como los de Supreme.

El marketing psicológico y el control de la imagen son sin duda partes vitales en el diseño de un producto. Y a quien dude, que escuche al sabio de la palanca.








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